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La carne asada a carbón es el plato principal en la mayoría de las celebraciones dieciocheras, pero pese a su popularidad, es también una alta fuente de emisiones contaminantes. Revisa a continuación cómo puedes ayudar al medio ambiente prefiriendo la alternativa a gas.
Septiembre es sinónimo de Fiestas Patrias, volantines, cuecas, reuniones familiares o con amigos, y por supuesto, en torno a un exquisita carne o a verduras asadas para compartir.
El olor a carne a la parrilla es un clásico en estas fechas, tanto por las que se preparan en las fondas, como en los hogares. Sin embargo, estudios han comprobado lo que hace algunos años era casi un mito: las parrillas a carbón contribuyen a la contaminación ambiental.
Según una encuesta realizada por Cadem, durante el año, un 73% de los chilenos participa en un asado al menos una vez al mes y un 92% tiene una parrilla en su hogar. De ellas la mayoría tiene justamente la más contaminante, la de carbón, seguida de la eléctrica y por último la de gas, la menos dañina.
Si pensamos en el Mes de la Patria, las cifras de su encendido deberían aumentar considerablemente y por ello también los índices de contaminación. Por esto es importante entender cómo ese apetecido asado puede afectar el medio ambiente si no lo preparamos de manera más amigable con el planeta.
Para ser claros, no toda la contaminación proviene de la combustión de la asadera. La mitad proviene de la misma carne, especialmente si contiene mucha grasa. Convengamos que, casi en la mayoría de los hogares, el rito del asado comienza cuando se echa el carbón a la parrilla, luego se enciende y pasan varios minutos en que muchos aprovechan de “tirar aire” para acelerar el proceso. Una práctica que aumenta el Material Particulado, ya que se libera dióxido de carbono en el ambiente y por ello aumenta la contaminación del aire.
Según un estudio realizado por la Universidad Católica en 2016, advirtió que si 50 mil hogares asan 2 kilos de carne sobre carbón, las emisiones de Material Particulado (MP) pueden llegar a una tonelada. Una cifra que si bien no es la fuente principal de polución en Chile, sí contribuye, especialmente si consideramos que de acuerdo a Greenpeace, 9 ciudades del país están dentro de las 10 más contaminadas de Latinoamérica.
Dentro de las opciones que menos producen contaminación, están las parrillas eléctricas y las a gas, sin embargo esta última es la que ofrece una mejor ventaja, al mantener un sabor más auténtico, ser más conveniente para el bolsillo de las familias (en comparación con el gasto de electricidad) y además resulta más práctica de mantener y de limpiar.
Al usar una parrilla eléctrica, ésta siempre debe estar al lado de un enchufe y no tiene la misma movilidad que una a gas, que son portátiles y puedes usarlas donde quieras siempre y cuando cumplas con una ventilación adecuada.
Cuando asas carne u otros alimentos sobre una parrilla a gas puedes regular constantemente las intensidades de calor por lo que es mucho más fácil conseguir el punto de cocción perfecto para cada uno de los comensales.
Si compras una nueva parrilla a gas recuerda que esta debe tener el sello de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y, como mencionamos antes, siempre se deben usar en espacios abiertos. Como todo artefacto conectado a un cilindro de gas, ésta debe tener instalado correctamente el regulador con su manguera en buen estado.
¿Se puede usar una parrilla en un departamento? De acuerdo con la SEC está permitido usar cilindros de hasta 15 kilos en artefactos móviles siempre y cuando cuenten con la ventilación correcta.
Toma nota de todos los consejos, prefiere una parrilla a gas por sobre la de carbón y aporta con un grano de arena para producir menos contaminación en Fiestas Patrias.
